
Guía para superar el final de una relación
Spoiler: sí, se sobrevive. Y bastante bien.
Hay quienes se refugian en el helado, quienes compran un pasaje solo de ida a Bali, y quienes bloquean todo lo que se mueve en WhatsApp e Instagram. Cada quien enfrenta el final a su manera, pero una cosa es segura: duele. Incluso cuando fuiste tú quien lo decidió. Incluso cuando “era lo mejor”. Incluso si fue solo un amor de verano con playlist compartida en Spotify.
¿La verdad? El corazón es un músculo emocional perezoso: se apega en un segundo, pero tarda una eternidad en soltar.
Pero hey, no estás sola. Y no existe un cronómetro universal que te diga cuándo dejar de pensar en eso.
Fase 1: El colapso (aka el momento de “Nunca me voy a recuperar”)
Llora. Desahógate. Escucha canciones tristes en bucle. Pero recuerda: hasta la tormenta más fuerte, en algún momento, se termina.
Fase 2: Detox digital
No, no necesitas “solo mirar su perfil”. Necesitas distancia. Silencio. Y sí, a veces también bloquear. Porque sanar no es debilidad, es cuidarte.
Fase 3: Vuelve a ponerte en el centro
¿Qué te hacía brillar antes? ¿El cine, el yoga, esa pizza loca con burrata que solo tú entendías? Vuelve a eso. Redescubrirte es un acto revolucionario.
Fase 4: Ríe. Sí, puedes
La autoironía es una aliada poderosa. Un día te vas a reír de cómo pensabas que no ibas a volver a amar. (Spoiler: vas a amar otra vez. Y mejor.)
El final de una relación no es un fracaso. Es un nuevo espacio vacío que puedes llenar. Contigo misma, con tus decisiones, con tus nuevos comienzos…
Y si te sientes lista… para un nuevo match, te esperamos en adopte
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